Los chicos del coro …

Desde hace un año, hay una canción que se ha quedado grabada en mi cabeza cada vez que escucho al coro de mi hija cantar.

¿Cómo se llama?

Vois sur ton chemin (Mira tu camino).

Es de la película Les Choristes (en alemán Die Kinder des Monsieur Mathieu, en español Los chicos del coro).

La canción es en francés, la original, y cada vez que el coro donde canta mi hija se presenta, esa es una de las canciones que interpretan.

¿Y por qué te cuento esto?

Porque el coro del Fond de l’Étang (Fondo del estanque) me recordó algo vital: la importancia de la música y de las artes para el alma.

Antes de ver esta obra de teatro, asistí a una conferencia sobre salud. El conferencista, Mago More, cerró su presentación con esta frase de William James, resaltando el poder del deporte:
«No canto porque soy feliz, soy feliz porque canto.»

Esa frase me llevó a recordar lo profundamente terapéutica que es la música y la danza.

Si vives en Madrid o piensas venir pronto, ir a ver esta obra es una tarea del alma. Y si no puedes, ve la película.

Trata sobre una escuela donde intentan “reformar” a niños con conductas extraordinarias —y no porque sean los mejores, sino porque están fuera de lo ordinario. Niños incomprendidos, cuyos padres no tienen tiempo para educar.

Educar requiere tiempo, amor, atención, pensamiento y empatía.
El director de la escuela creía que «la letra con sangre entra», mientras que el maestro, Mathieu, logró tocar el alma de esos niños olvidados… a través de la música.

Si tienes un problema de salud, empieza con la alimentación y el deporte.
Eso lo sabemos todos y se repetirá por los siglos de los siglos.

Pero si has perdido la ilusión… empieza a cantar.
La música te la devolverá.

Mira tu camino
A los niños olvidados, perdidos
Dales la mano
Para llevarlos
A otro mañana

PD: Dale la mano a alguien que necesite una luz. Ilumina el camino de alguien que esté solo… y sé su tándem.