Un día …

Fíjate.
Un día como hoy podrías estar en una playa de Margarita, en Côte d’Ivoire, en Nantes, en Lisboa o en Buenos Aires.

Podrías haber sido invitado.
Podrías haber ido a un concierto, a una conferencia, a visitar a un familiar.
O tal vez era tu sueño… y todavía lo es.

Pero un día como hoy, hace años, tomaste decisiones. Y esas decisiones te han traído al lugar exacto donde estás ahora.

¿Es ese lugar tu sueño… o es el mismo sitio de siempre?

Earl Nightingale lo resumió así:

“Nunca renuncies a un sueño por el tiempo que te tomará lograrlo. El tiempo pasará de todos modos.”

Entonces, si el tiempo va a pasar sí o sí… ¿por qué no usarlo para construir algo que valga la pena?
Eso incluye cómo piensas y cómo actúas cada día.

¿El problema?
La motivación dura menos que una vela encendida en un huracán.

Por eso Zig Ziglar repetía:

“La gente dice que la motivación no dura. Tampoco el baño. Por eso lo recomendamos a diario.”

Y en ventas, Ziglar tenía otra máxima:
Si no hay necesidad, no hay dinero, no hay prisa, no hay deseo y no hay confianza… la venta no se cierra.

Ahora míralo en tu vida:
Si no sientes la necesidad de avanzar…
Si no te importa estar sin dinero…
Si no tienes prisa por estar mejor…
Si no deseas sentirte bien…
Si no confías en ti mismo…

No te sorprendas de estar como estás.

El tiempo pasará.
La pregunta es: ¿dónde quieres estar cuando vuelva a pasar un día como hoy?