¿No tienes tiempo?…

20. marzo 2025 | 

esto es justo para ti. Léelo

He creado un nuevo hábito en mi haber de hábitos… hhh, además de cepillarme los dientes, bañarme y comer todos los días.

¿Y eso a ti qué te importa?
Bueno, sigue leyendo y lo verás.
Lee y verás. Aunque habrá ciegos que no lo vean.

Todos los días leo una hora. ¿Para qué?
Para aprender, para pensar mejor, para pasar tiempo conmigo, para reflexionar, para ver las cosas desde otro punto de vista y, sobre todo, por salud mental.

Suficientes argumentos para leer todos los días. No el periódico. Aunque, si trabajas en marketing, ahí aprendes cómo venderle a la gente metiendo miedo. Es una casa embrujada en papel.

Bueno, a lo que voy, que se me va el cerebro por las ramas del pensamiento arborescente.

¿Qué te permite un hábito?
Constancia, planificación, organización, autoliderazgo, autocontrol.
Seguro que hay más. Estas son las que yo veo.

Clear, Claire? All right!

Hoy leí algo que te vengo a contar.

Resulta que un antiguo editor jefe de la revista parisina ELLE, Jean-Dominique Bauby, una mañana, mientras llevaba a su hijo al colegio, sufrió un infarto.

Las consecuencias: solo podía mover una parte de su cuerpo.

¿Cuál?

El párpado de su ojo izquierdo.

Aunque no podía moverse, encontró la forma de escribir un libro. Sentado tres horas en una habitación oscura de un hospital.

El periódico que contó la hazaña calculó que, para escribir las 187 páginas del libro, tuvo que parpadear 200.000 veces aproximadamente.

Tenía un profundo deseo de lograr diferencias. También una enorme esperanza y un gran optimismo. Y en ese libro contó todo lo que quería hacer y nunca había hecho:

  • Subir a los Alpes siguiendo el Tour de France.
  • Correr Fórmula 1.
  • Disfrutar de una salchicha de Lyon en un hermoso día de verano.

También expresaba su profundo dolor por no poder volver a jugar con sus hijos ni ser la persona que había sido.

¿Qué pensaría el niño que fuiste del adulto en el que te has convertido?

P.S.: La historia la leí en el libro de Robin Sharma Las ocho claves del liderazgo del monje que vendió su Ferrari.

 

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