La gente no cree esto…

La gente cree que tiene tiempo suficiente y rueda, rueda y rueda… para mañana, para la próxima semana, para cuando los hijos sean grandes.

Pero para morirse solo hay que estar vivo. Desde el momento en que nacemos, empezamos a envejecer. Vivimos para morir. Y sin embargo, hay quienes transitan la vida como si tuvieran un salvoconducto, como si nunca les fuera a tocar.

Hoy te acuestas a dormir sin saber si mañana te vas a despertar. Hoy estás en el trabajo sin saber si llegarás a casa. Mañana tienes una reunión y la planeas sin saber si vas a estar.

No es pesimismo. Es realidad. Solo puedes hacer en el presente. Puedes planear, tener objetivos—y claro, es necesario para avanzar—pero si todo lo dejas para después, ¿cuándo será el momento?

Has pasado la vida frente a un escritorio, de reunión en reunión. Lo importante lo dejas para después. Porque lo importante es todo… o nada.

Si no lideras tu vida—como dice El monje que vendió su Ferrari—la vida te liderará a ti. Si no cuidas tu cuerpo, si no cuidas tu alma, si no cuidas tu mente, no podrás disfrutar ni hoy ni mañana. Porque después de todo, necesitarás tiempo para estar enfermo.

Si hoy fuera tu último día y miraras hacia atrás, ¿crees haber vivido como realmente querías?

¿Jugaste con tus hijos, esos que soñabas desde que podías imaginar a la mujer de tus sueños?
¿Le has dedicado a esa mujer el tiempo que tanto anhelabas?
¿Te sientes en familia, como siempre quisiste?

Si hoy fuera tu último día, ¿cómo definirías tu vida?

Reinaldo Herrera Guevara, esposo de la diseñadora Carolina Herrera, murió hoy. Había vivido todo lo que quiso. Pero lo que más me llamó la atención de la nota de condolencia fue esto: A pesar de estar comprometido con los negocios, fue el gran apoyo de su esposa para construir la marca CH en 1981 y un hombre excepcionalmente familiar.

¿Qué quieres que diga tu nota de condolencia?
¿»Murió frente a un ordenador»?