El indicador

Fíjate una cosa.
Seré breve.

Es domingo.
Domingo familiar.
De playa con los chiquitines, sobremesa con la familia…
o tú sola, leyendo en tu terraza, tu biblioteca o tirada en una tumbona junto a la piscina.

Pero hay algo que las empresas rara vez miden bien:
el verdadero indicador de satisfacción.

Sí, invierten horas en estadísticas, gráficas y reportes que la mayoría de los trabajadores ni entiende. Los jefes sacan el ego, la experiencia y los títulos… pero se olvidan de una pregunta clave:

“¿Cómo te sientes el domingo por la noche, sabiendo que mañana tienes que trabajar?”

Ahí está la verdad.
Si solo pensar en el lunes te produce un nudo en el estómago…
Bienvenido al síndrome del domingo por la noche.

Es esa mezcla de ansiedad, tristeza y desgano que aparece antes de que empiece la semana.
Más que por lo que pasa, es por lo que crees que va a pasar.

Síntomas: insomnio, mal humor, apatía, pensamientos repetitivos sobre lo que “toca hacer” e incluso dolor de estómago.

Y ojo: no es exclusivo de los lunes. Si descansas jueves y viernes, el sábado por la noche te golpea igual.

Así que pregúntate:
¿Vas a seguir empezando cada semana así?
¿O vas a hacer algo para cambiarlo?