Eres el del chicle …

Estaba en una reunión, exponiendo unos datos. No era un tema espectacular, lo admito. Pero era importante. Me preparé, tenía mis estadísticas listas e intenté hacerlo ameno.

Entonces, alguien empezó a mascar chicle. No solo mascaba… hacía bombas.

Al principio pensé: qué falta de respeto. Pero luego me cayó la ficha: ¿y si el problema no era el chicle… sino mi presentación?

Mascar chicle en una reunión no es solo una costumbre irritante. Es un mensaje claro: esto no me interesa. Y lo peor es que no siempre es culpa de quien lo hace. Si tu presentación no atrapa, la distracción gana.

Así que en lugar de culpar al chicle, mejor hagamos que la presentación enganche. Que la gente no tenga tiempo de inflar bombas porque está demasiado ocupada escuchando.

Yo estoy pensando ya mismo, cómo? hacerlo más entretenido sin que se pierda el mensaje.

Así que dime…

¿Eres el del chicle o el de la presentación aburrida?