HE triunfado!

 

¿Qué te viene a la mente?
Lo primero: una lata roja con letras blancas en cursiva.
Una publicidad de un camión con luces, un Santa Claus con una lata en la mano.
O una de las marcas más reconocidas y exitosas a nivel mundial.

Pues, así mismo es.

No seré reconocida a nivel mundial, pero estoy en otro nivel.
En mi propio nivel.
En mi propia publicidad.
En mi propio éxito.
En mi propio camino.

He alcanzado un nivel que, aunque me lo imaginaba, lo soñaba, lo trabajaba y tenía todo el foco en ello, se veía muy, muy lejano y casi imposible.

Con foco.
Con un plan.
Haciendo cada día las tareas necesarias para alcanzarlo.

Cuando me he distraído, he retomado el camino. Esto puede pasar, y hay que estar atenta para recalcular.

He pivotado, esa linda palabra que se usa para cuando la has regado, pero decides desistir o arreglarlo.

Y, sobre todo, he escrito la vida que quería tener.

¿Cómo?
Escribiendo.

Toma tu lápiz favorito, tu papel favorito, y escribe con todo el detalle lo que quieres. Completa estas frases con tus propios deseos:

• Deseo, quiero, anhelo un trabajo de oficina donde pueda (_____), donde sea respetada, donde respeten a las personas como seres humanos, donde pueda trabajar de () a (____) horas.
• Donde pueda desarrollar mis capacidades como (________________), y establecer relaciones sanas y duraderas, tanto profesional como personalmente.

Parece superstición, pero es realidad. Brian Tracy lo ha dicho muchas veces:

Toma un papel, un lápiz. Haz una lista de lo que quieres.
Escoge la meta que más te gusta.
Desglósala paso a paso. Memorízala, léela todos los días.

Solo cuando las ideas se transfieren al papel, se vuelven realidad.

Foco en la cima de la montaña, sin perder los detalles de lo que se va aprendiendo en el camino.