Silent Floor

Llámalo piso, área, casa, familia… lo que quieras, pero mudo.

Trata de cómo enfrentamos nuestras emociones, esas cosas difíciles de la vida que evitamos.

¿Te imaginas enfrentarte a tus pesadillas para poder superarlas? Bueno, algo así.

A veces toca hablar en ese lugar, con esa persona que, sin darte cuenta, te pone frente al miedo que llevas dentro.

Porque la rabia, sorpresa, sorpresa, es miedo.

Sí, aquí también descubrimos el agua tibia. Si alguien te da mucha rabia, míralo con lupa o, mejor, con un microscopio de esos que fabrica Akrima.

Si te molesta algo, esa persona está haciendo algo bien.

Algo no estás aceptando.

Algo amenaza tu zona de confort.

Y si te molesta solo su presencia, apaga y vámonos: toca revisar.

Si te molesta Rosalía, quizá es momento de reflexionar.

Algo está haciendo bien.

Rosalía logró reunir a más de 2 millones de espectadores en 68 conciertos repartidos por 21 países.

Si algo tiene Motomami es que no deja a nadie indiferente. ¿Por qué no darle una oportunidad y ver qué puedes descubrir?

Ignorar lo que es tóxico está bien, porque no te suma nada, pero si algo te mueve, te sacude, te saca de esa zona cómoda, ponle foco porque ahí hay algo que tienes que cambiar, algo que, si lo trabajas, te hará crecer.

Claro, no todos quieren crecer.

No todos quieren salir de ese lugar calentito, donde todo parece resuelto y nadie se enfrenta a nada, por eso el silencio, porque ignorando la realidad, creen que todo se resuelve solo.

Un piso mudo.
Un esposo mudo.
Un jefe mudo.
Un amigo mudo.

El silencio también habla, ya veces dice más que cualquier palabra vacía.

No confundas:

Una cosa es escuchar y otra ser mudo.

Una cosa es no saber la respuesta, y otra muy distinta es no responder por arrogancia o miedo.

Si visitas Silent Floor, enfréntalo. Sácalo de su zona de confort, pero que no se robe tu paz.

Hoy te iba a decir como triunfé como la Coca-Cola pero decidí dejarlo para mañana

Nos vemos … y nos leemos

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