4 minutos para escribir…

11. febrero 2025 | 

y qué escribo?

Este será uno de los artículos más serios que escriba, pero te apuesto que pocos lo leerán porque, como ves, ese es el título que elegí. ¿Por qué? Porque tenía la presión de escribir algo antes de la medianoche, y solo me quedaban 4 minutos. Pero esa presión, esa carrera contra el reloj, me hizo pensar en cómo este mismo fenómeno afecta nuestra comunicación.

¿Sabías que hay cuatro cosas que matan la comunicación? Y no, no hablo de simplemente hablar demasiado o de no escuchar. Hay cuatro enemigos silenciosos que destruyen el flujo de cualquier conversación:

  1. Crítica: No es lo mismo señalar un error que destruir la confianza. Cuando las palabras se convierten en ataques, las paredes se levantan.
  2. Justificación: Ese momento en el que tienes que defender cada movimiento o palabra. Justificarte constantemente no solo te hace perder tiempo, sino que hace que la otra persona se sienta menos escuchada.
  3. Desprecio: Aquí ya no hablamos de desacuerdo, sino de una actitud de «no te valoro». Es un veneno lento que mata cualquier intento de comunicación genuina.
  4. Retirada: Cuando el silencio o la evasión se convierten en tu respuesta. Dejas de participar, te alejas emocionalmente, y eso es tan dañino como una discusión acalorada.

Y todo esto, ¿qué tiene que ver con los 4 minutos que me quedaron para escribir? Pues que la presión de tener que hacerlo rápido puede hacer que cualquiera caiga en uno de estos cuatro vicios. Las prisas no son buenas consejeras.

Esos momentos de estrés son la oportunidad perfecta para revisar cómo nos comunicamos. ¿Qué tanto daño haces tú sin saberlo? Al final, solo un consejo: cuando hables, tómate tu tiempo y recuerda que las palabras, al igual que los actos, son poderosas.

¡A por ello!

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